Tengo ganas de empezar y estoy segura que no es un mal momento… la cabeza no se detiene ni un segundo, es como esa etapa increíble que pasamos todo el tiempo, pienso y pienso y comprendo que nadie me aparte de mi adolescencia que amo, y que me perturba, quien determina cuando entro y cuando salgo… cuanta duda se genera y cuanto amo esta duda aunque me cueste admitirlo.
Tres años en terapia y de repente se diluye todo, estoy “curada” porque yo lo determino, y porque ella me ayuda a determinarlo, una vida entera tratando de resolver los problemas que vana avenir.
Sola no estoy y eso es lo importante.
Bueno amo delirar, amo ser desprolija y pretendo seguir siendo quien soy.
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